
No recuerdo mi vida antes de la robótica. Es más, pienso que nací sabiendo lo que era un robot y con una vocación clara en la vida. Desde que tengo uso de razón he sentido fascinación por estos increíbles seres inertes que son capaces de actuar como si estuvieran llenos de vida.
Siento curiosidad por saber si llegará el día en el que estos robots convivan con nosotros, sin que seamos capaces de discernir si son humanos, y dudemos de si realmente sienten, se emocionan y tienen consciencia de sí mismos, como “Andrew ”, de “El hombre bicentenario” o los replicantes de “Blade Runner”.
Mi vocación me llevó a cursar la carrera de Ingeniería Informática y a especializarme en Inteligencia Artificial en la Universidad Carlos III de Madrid, donde colaboré con el laboratorio de robótica y di mis primeros pasos en este mundo.
En el mundo ideal en el que me gustaría vivir, sin llegar al nivel de la película “Wall-E”, los robots inteligentes formarían parte del día a día de nuestras vidas, y las aplicaciones prácticas de estos robots sociales estarían enfocadas a facilitarnos tareas cotidianas con una interfaz amistosa son innumerables.
Si quieres contactar conmigo, escríbeme a la siguiente dirección: